La periodista estaba enlazada en vivo con los estudios de la BBC desde una playa en la que apareció un perro que no dejaba de merodear alrededor de Carol Kirkwood y su camarógrafo.
Cuando desde estudio decidieron finalmente abrir la toma, el can ya había escogido el lugar en donde eliminar su exceso de líquido, mientras Carol Kirkwood no se daba cuenta de lo que pasaba detrás de ella.