Basso, dueño de la cadena de restaurantes Heart Attack Grill , hablaba en directo con una presentadora de Bloomberg Television, asegurando que él es “probablemente el único restaurador en el mundo entero que sin pedir disculpas afirma que la comida es mala, que va a matar y que hay que mantenerse alejado de ella”.
Basso presentó una bolsa con los restos cremados de John Alleman, quien murió de un ataque al corazón en uno de sus restaurantes en febrero pasado. “Estoy poniendo la bolsa claramente sobre la mesa. Me gustaría que Burger King y todos los demás hicieran lo mismo”, dijo el empresario.
Precisó que al menos él es honesto, al advertir de los peligros que enfrentan los clientes en los restaurantes que ofrecen comida chatarra. Basso explicó que él como fundador y jefe de una cadena no tiene ningún temor, es más, “hago buen dinero bromeando sobre lo perjudicial de mi comida”.
“¿Quiero ver a alguien morir en mi restaurante? No. En realidad quiero despertar una mañana, abrir la puerta y no ver a nadie dentro, con la ilusión de que tal vez el mundo ya ha conocido la verdad. Siempre puedo ir a trabajar en otra industria. Sé cómo vender cosas si lo necesito”, dijo Basso ataviado con una bata de médico mientras hablaba con la presentadora en el plató.