El Issus coleoptratus, un insecto saltador similar a las pulgas o los saltamontes, utiliza unas articulaciones con unas curvas dentadas que encajan entre sí y giran igual que los engranajes mecánicos. Esto le permite tener las patas sincronizadas cuando salta, un punto fundamental para este tipo de insectos que realizan saltos de gran alcance, ya que si no existiera acabarían fuera de control
.
Esta es la primera estructura biológica en la que se descubre un engranaje similar al de las ruedas dentadas —un mecanismo para transmitir potencia de un componente a otro dentro—, señala el líder del estudio, Malcolm Burrows, zoólogo de la Universidad de Cambridge. Este fenómeno, según los investigadores, se debe a una «presión evolutiva«, una carrera por saltar más rápido para huir de los depredadores. Cada tira de engranajes tiene alrededor de 400 micrómetros de largo y entre 10 y 12 dientes.
Curiosamente, estos solo se encuentran en los insectos juveniles o ninfas, y se pierden al final de la transición a la edad adulta, que es cuando sincronizan sus patas por fricción como el resto de insectos. Los científicos aún no tienen unaexplicación clara , pero asumen que se debe a que si uno de estos engranajes se estropea en un adulto ya no habría manera de repararlo
.