Un gesto del argentino Ángel Di María, que se llevó la mano derecha a sus genitales cuando fue sustituido por el galés Gareth Bale en medio de los silbidos de la grada, generó polémica tras el encuentro que el Real Madrid disputó contra el Celta en el estadio Santiago Bernabéu.
El jugador argentino, desafortunado en su juego durante todo el choque, fue pitado por gran parte de la afición en algunas fases del encuentro. Las protestas se acentuaron en el momento en el que el entrenador, Carlo Ancelotti, decidió sustituirle a falta de veinte minutos para el final.
Ancelotti restó importancia a la situación: “Di María intenta jugar como todos. Está en una etapa en la que el Bernabéu le pita, como a todos. Ha trabajado. Lo he cambiado porque necesitaba poner a dos jugadores más frescos”.
“No he visto ningún gesto suyo. Si lo ha hecho, para mí no pasa nada. Es un error. Si contestó al público, son dos errores. La vida sigue”, agregó el entrenador del Real Madrid.