Según cuentan testigos que presenciaron el hecho que sucedió en la ciudad estadounidense de Atlanta, cuando Dave llevaba a su hijo de cuatro años a la escuela junto al fiel Simon, un auto que no respetó la luz roja los embistió.
Sin embargo, el can logró saltar y empujar al pequeño, recibiendo el duro impacto. Simon, quien sufrió graves heridas, no resistió y murió camino a la clínica veterinaria.
Dave Furukawa, quien padeció fracturas de brazos y piernas, calificó de “verdadera lealtad y valor” lo que hizo su valeroso perro guía.