Al principio es solo un inocente villancico navideño, pero cuando el telón se retira, sale a relucir toda la verdad: el sonido venía de otro lado, nada más que del área genital de los modelos. La polémica campaña de la cadena Kmart desató diferentes opiniones entre el público norteamericano, en algunos sectores de la población pidieron prohibir la emisión de dicho spot a nivel nacional.
La cadena de tiendas se manifestó al respecto a través de su cuenta de Facebook, “nuestras más sinceras disculpas si algún espectador se ha sentido ofendido”. Sin embargo, la campaña logró suobjetivo: que todo el mundo esté hablando de ella, en YouTube el video tiene más de 13 millones de visitas.