El joven de 16 años quien inventó un detector de cáncer y que ser aprobado revolucionaría la industria médica, ha experimentado el rechazo de numerosas universidades.
Jack Andraka afirmó a la agencia Europa Press que envió 200 solicitudes a diferentes laboratorios, pero todos se negaron, excepto uno. Por ello, se dedica a desarrollar sus investigaciones sobre el cáncer en la Universidad Johns Hopkins de Baltimore.
El revolucionario invento consiste en un sensor de papel que cuesta solamente 3 centavos y que puede detectar el cáncer mediante una proteína llamada mesotelina. ‘Detecta una de las miles de proteínas (la mesotelina) que hay en la sangre de los enfermos de cáncer. La mecánica fue utilizar anticuerpos y entretejerlos en una red de nanotubos de carbono, de modo que se obtiene un marcador que únicamente reacciona ante dicha proteína’, contó el adolescente.