Se trata del proyecto de Tibor Marko, un pensionado de 70 años que decidió abrir un parque zoológico con decenas de animales de felpa abandonados o que le regalan.
Marko, un exobrero de construcción y abuelo, dice que la idea detrás de esa curiosa colección de fauna inanimada vino de su propia reticencia a deshacerse de los ositos de peluche de sus propios hijos, ya adultos.
Después, hace como año y medio, un amigo le dio otro oso y varios animales de felpa más y le pidió que hiciera algo con ellos.
«Fue ahí que pensé que esos viejos juguetes podrían traerle felicidad a otros niños», dijo a la agencia noticiosa AFP.
Muchos de los animales en el zoológico son regalos de sus vecinos.
Hoy en día, un pequeño jardín público cerca de su casa es hogar para más de 70 animales rellenos que incluyen un gran león, un elefante, una serpiente, varios monos, osos, hasta un dinosaurio.
«Los primeros animales se los robaron pero ahora los vecinos me traen su viejos juguetes y mi esposa me ayuda a colocarlos», añadió.
Marko también atiende las flores del jardín pero el zoológico, donde ningún animal está enjaulado y no hay horario de funcionamiento ni costo de entrada ha tenido un gran éxito con los vecinos, tanto los jóvenes como los viejos.
Una de las vecinas, María, visita con frecuencia el lugar en compañía de su hija, quién disfruta jugando con los animales, acariciándolos, según lo expresó a AFP.
Y es que los animalitos rellenos tienen un encanto muy especial para grandes y chicos. La textura suave de la felpa que fomenta las caricias, el relleno flexible que invita a un abrazo, la expresión dócil del animal -así se trate de uno salvaje como un león- inspiran paz, tranquilidad y seguridad.
«Dentro de la industria de la juguetería, los animales de peluche son de los juguetes más antiguos», dijo a BBC Mundo, Lina Márquez Barreto, psicoterapeuta que consulta en el condado de Broward, en Florida, EE.UU.
«Los animales de peluche han formado parte fundamental de la vida del niño que, como adulto, tiene recuerdos de esa época y de cómo se sentía. De esa manera los peluches siguen vigentes en la vida de las personas»
Lina Márquez Barreto, psicoterapeuta
«Han formado parte fundamental de la vida del niño que, como adulto, tiene recuerdos de esa época y de cómo se sentía. De esa manera los peluches siguen vigentes en la vida de las personas», indicó.
La psicoterapeuta agrega que los niños tienen más contacto físico con estos animales rellenos que con las muñecas Barbie, por ejemplo, o que con los juegos electrónicos, así que generan más apego.
El fabricante más reconocido de animales de felpa es la empresa alemana Steiff que, en 1903, inventó el famoso osito Teddy, llamado así por el presidente de EE.UU. de comienzos de siglo XX, Teddy Roosevelt, que dormía con uno de estos peluches.
Muchos otros han sido los poderosos, hombres y mujeres, que se han refugiado en el cariño de un animalito relleno.
Con esos antecedentes, Tibor Marko tiene una asistencia garantizada a su inusual zoológico en Bratislava.
La otra ventaja es que no tiene que alimentar a sus animales ni limpiar detrás de ellos y todos los que hemos visitado un zoo con animales vivos sabemos qué implica eso.