Cuatro empleados de la ONU en Afganistán, incluido un ciudadano ruso, han muerto tras un ataque suicida con bomba en un popular restaurante de Kabul que dejó al menos 21 muertos, entre ellos, el director ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI) en Afganistán, Vabel Abdullá. Se confirma que entre los 13 extranjeros muertos en el ataque, al menos dos son de origen estadounidense y dos británicos.
El grupo Talibán se ha atribuido la responsabilidad del ataque que, según dicen, apuntaba deliberadamente a funcionarios extranjeros.
«Rusia condena enérgicamente este atentado terrorista y a los que están detrás de él», dijo el portavoz del ministerio ruso de Exteriores, Alexánder Lukashévich, subrayando que la escalada terrorista en Afganistán requiere que la comunidad internacional una sus fuerzas contra esta amenaza común.