«Los extremistas armados llegaron a la ciudad, y estaba claro que eran los milicianos del Frente al Nusra. Eran ellos los que causaron la masacre. Lo más horrible de su crimen fue que quemaron a la gente en hornos para cocer el pan […]. Lo hicieron para echar la culpa de sus crímenes a las tropas sirias», denunció a RT un residente de Adra, Muhammad Al-Said.
Al-Said explicó que los islamistas y milicianos del así llamado «Ejército de Islam» ocuparon rápidamente las calles de la ciudad, desplegando a francotiradores en los techos de las casas y causando una matanza entre personas desarmadas.
«Quienes pudieron hacerlo huyeron a Damasco. Otros se escondieron en el sótano, entre los que había niños, ancianos, mujeres, personas enfermas. La situación es terrible. Estamos esperando a que las tropas sirias nos salven de los terroristas que vienen de otros países», dijo.
Durante el ataque lanzando por grupos extremistas contra la ciudad de Adra, ubicada en las afueras de la capital de Siria, han muerto más de 90 civiles, aunque el número exacto de víctimas se desconoce y podría ser más elevado.