El momento se dio en el tercer set, cuando la rusa caía por 4-1 falló un golpe desde fondo de cancha, perdió los estribos y lanzó un furioso raquetazo hacia un costado de la cancha sin imaginar lo que seguiría.
“No estaba buscando que la pelota fuera hacia allá”, intentó excusarse Puchkova tras la decisión del juez central. Al final no cambiaría de opinión, y se tuvo que ir a los vestidores.