Estos son algunos de los rastros a los que, según el reverendo, se debe estar atento:
1. Fuentes no reveladas de ingresos. Si de repente empieza a comprar artículos de marca, salir a costosas discotecas, o ir de vacaciones fuera del país, usted debe preocuparse. Ella debe confesar cómo se está financiando.
2. Tatuaje de alas en baja espalda. Según el reverendo, este tipo de marca es conocido como un “signo de trotamundos”, y con él una mujer le avisa a los coches que es una “chica trabajadora”, una “depredadora por naturaleza”.
3. Demasiado despierta. El reverendo apunta a que si su hija se siente más que los demás en su casa es porque ha adquirido un tipo de inteligencia “callejera”, también conocida como “universidad de la calle”.
4. Reacia a asistir a los servicios la Iglesia. El listado asegura que “una prostituta tendrá un desprecio natural por el amor de Jesucristo”.
5. Sin interés en el matrimonio. ¿Qué posibilidad de casarse tendría de todas formas cuando su novio se entere de que es una prostituta?, se pregunta el reverendo.