El historial médico vendido, procedente de la consulta de Michael Gurdin, refleja los arreglos a los que se sometió la célebre actriz en la barbilla y la nariz, además de contener notas escritas por el galeno y radiografías.
«Debido a que su aspecto era tan natural, resultaba duro para muchos creer las informaciones que apuntaban a que en 1950 Monroe se había sometido a una cirugía estética», sostiene la casa de subastas en un comunicado. «Esta colección de radiografías aclara esos procedimientos y aporta nuevos detalles», añade.
La actriz se operó primero la barbilla porque consideraba que estaba deforme y el médico lo corrigió con la implantación de un cartílago. Años después, en 1962, un par de meses antes de su fallecimiento, decidió operarse de la nariz tras una caída.
La intérprete acababa de cumplir 36 años una semana antes y al día siguiente fue despedida del rodaje de «Something’s Got to Give».
Monroe nunca empleó su nombre real o el artístico en esas visitas al médico, ya que los documentos muestran que usó el de Marilyn Miller, como se la conocía durante su matrimonio con Arthur Miller, o el de Joan Newman.
Los informes sostienen, asimismo, que la actriz, de 1,69 metros de altura y 52 kilos según los documentos, padeció de neutropenia en 1956, una dolencia que afecta a los glóbulos blancos, y tuvo un embarazo ectópico en 1957.