Un perro que siempre parezca un cachorro es el sueño de cientos de criadores de todo el mundo. Es el último escalón de la proliferación de razas pequeñas, llamadas ‘toy’, y animales que parecen beber en la eterna juventud: Yorkis, malteses, pomeranias. Ahora, en Estados Unidos parecen haberlo conseguido. El resultado del último experimento genético en la cría canina se llama ‘cava-poo-chon’ y podría convertirse en la nueva fiebre perruna.
El animal se ha comenzado a criar en Arizona en una explotación con ayuda de genetistas. Linda y Steve Rogers quisieron una raza que durara 20 años y que siempre pareciera ese encantador cachorro que llegó a casa. El resultado es una mezcla de Cavalier King Charles Spaniel, caniche en miniatura y bichón frisé. No se sabe nada de su carácter, pero el aspecto es adorable para el que guste de ese tipo de perro faldero.
Son hipoalergénicos
De momento, cuestan entre 2.000 y 3.500 dólares y sus creadores aseguran que son hipoalergénicos. Aseguran que decenas de animales ya están con sus dueños y que más de medio centenar de familias han pedido un segundo animal, mientras que doce de ellos están acreditados como perros de terapia.
Pese al éxito de la nueva raza, no ha sido aceptada por el prestigioso American Kennel Club, la institución que marca la mayoría de los cánones caninos en el mundo. Según algunos expertos, los cava-poo-chon (cavalier-poodle-bichon) no son más que un invento costoso.