Daniel Dudzisz, de 26 años, contó a la Policía que durante 18 días estuvo aislado de la civilización por el desbordamiento de los ríos en el interior de Queensland. Al ser mochilero, tenía todo lo necesario consigo, lo único que le faltó era insulina y los medios para guardar las medicinas: Dudzisz es diabético.
“Él bromeó sobre el hecho de que nunca podría quedarse con hambre en el interior de Australia, debido a la gran cantidad de moscas que se pueden comer allí, ricas en proteínas”, dijo el inspector de la Policía, Mark Henderson, al canal australiano ABC.
El joven contó que no se preocupó mucho durante su viaje: “Lo que más disfruté de la caminata es hasta qué punto puedes sentir la naturaleza cuando la cruzas así”.
Residentes locales confirmaron que a inicios de febrero habían visto a Dudzisz con unas latas de fríjoles y cereales, que seguro no le duraron mucho. El joven alemán explicó que no le molesta comer moscas y escarabajos. Admitió que su manera de viajar es ‘hardcore’, pero aseguró que era plenamente capaz de manejar la situación tras vivir sin hogar durante dos años, informa el diario ‘Morgen Post’.
Tras hablar con los rescatistas, el joven sorprendió a los servicios de emergencia al negarse a recibir ayuda médica, insistiendo en que seguirá caminando por el norte de Australia.