El polémico y ya famoso beso entre Madonna y Britney Spears en pleno show de los premios MTV de 2003 (Video Music Awards) no fue ni tan apasionado y menos un espontáneo arranque lésbico de las cantantes, sino una maniobra publicitaria muy bien planeada que tuvo los resultados mediáticos esperados.
Así lo reveló Larry Rudolph, el ex mánager de Spears, quien a 11 años de distancia contó a Billboard que Madonna fue muy estricta con la artista, pero que finalmente estaba feliz con lo sucedido: «Fue realmente un gran momento lo que pasó ahí», recordó.
«Madonna había sido muy insistente en los ensayos y me decía todos los días que Britney tenía que estar a las 10 en punto y yo tenía que asegurarme de ello», contó Rudolph.
Y agregó que la intérprete de Like A Virgin jamás lo llamó por su nombre durante los preparativos del espectáculo, sino que se refería a él como «tú».
Agradecimientos ‘de lengüita’
Tanto esfuerzo dio sus frutos y tras la actuación conjunta de ambas artistas, Madonna no solo recordaba el nombre del representante de su colega, si no que además le agradeció el esfuerzo con»un beso en los labios».
«Después de la presentación, yo estaba en el ascensor. Ella fue directamente hacia mí, no miró a nadie más. Puso sus brazos en mi cintura, me dio un gran beso en la boca y me dijo: ‘¿Ves Larry’, todo valió la pena», dijo Rudolph entre risas.
El beso no sólo sorprendió a la audiencia de los VMA de 2003 sino al propio Justin Timberlake, quien en ese momento era pareja de Spears y se encontraba en los premios con un rostro que no daba crédito a lo sucedido. A los segundos, la Reina del Pop besaba a su otra compañera de escenario, Christina Aguilera, sin que los resultados fueran similares como cuando lo hizo anteriormente con la llamada Princesa del Pop.