Inicialmente, la agencia rusa Interfax informó del incidente citando a una fuente anónima en Moscú.
Según la fuente «dos misiles tierra-aire explotaron cerca de un avión civil de pasajeros perteneciente a una a línea aérea rusa». Sin embargo, la fuente precisó que no sabe si los atacantes tenían información de que el avión era ruso.
A bordo de la aeronave se encontraban 159 turistas que volvían a Rusia procedentes de Egipto, añadió. Nadie ha resultado herido. La nave se dirigía desde la ciudad egipcia de Sharm el-Sheij a Kazán (Rusia), donde aterrizó sin contratiempos.
La Agencia Federal para el Turismo afirmó en un comunicado que «actualmente el Ministerio ruso de Relaciones Exteriores está aclarando la información con las autoridades sirias».
«La tripulación del avión A-320 de la compañía rusa Nordwind Airlines, que sobrevolaba Siria, en el vuelo de Sharm el-Sheij a Kazán, registró evidencias del lanzamiento de misiles que amenazaban la seguridad del avión”, indicó un representante de la Agencia.
La Agencia Federal de Transporte Aéreo de Rusia recomendó a las aerolíneas rusas suspender temporalmente, hasta nuevo aviso, los vuelos de aviones de pasajeros en los países donde se realizan operaciones militares.
La Agencia rusa cita las prescripciones de la Organización de Aviación Civil Internacional (ICAO, por sus siglas en inglés) en el caso de volar en zonas potencialmente peligrosas debido a combates.
En este contexto cabe recordar que tras la guerra civil en Libia unos asaltantes desconocidos atacaron una base militar en Bengasi y se apoderaron de un gran número de misiles portátiles tierra-aire de fabricación rusa que podrían haber acabado en países vecinos, lo que supondría una amenaza para la aviación civil y militar.