Investigadores de la Universidad de California presentaron el proyecto, actualmente en sus primeras fases de desarrollo, durante una charla sobre tecnología para prevenir catástrofes naturales realizada en el World Science Forum 2013.
La aplicación se basa en una tecnología similar al sistema de alerta preparado por el equipo del profesor Richard Allen, del departamento de Ciencias Naturales y Planetarias y director del Laboratorio Sismológico de la Universidad de Berkeley en California (oeste de EEUU).
El sistema de alerta de terremotos (EAS por sus siglas en inglés) es utilizado actualmente en California para detectar el avance de un sismo.
Puede advertir del fenómeno desde varios segundos a hasta un minuto de antelación, dependiendo de dónde se encuentre uno en relación al epicentro. Para ello utiliza la primera energía que radia el sismo, la llamada energía de onda sísmica P, que raramente causa daños.
La tecnología usa algoritmos para detectar rápidamente el comienzo del terremoto, determinar su magnitud y lugar, predecir cuándo se producirá el momento de mayor intensidad y alertar a la población afectada. Los algoritmos utilizan datos de redes sísmicas regionales.
En el caso de los teléfonos móviles, quienes se encuentren en el epicentro del terremoto no recibirían el aviso. Pero los temblores detectados por los dispositivos se transmitirían en cadena a otros aparatos para que quienes estén a varios kilómetros puedan actuar, recogiendo de forma sistemática todos los datos facilitados por los dispositivos en la nube para conocer más sobre el fenómeno, dónde está ocurriendo y cómo va a evolucionar.
«Todo lo que necesitamos es un teléfono en el epicentro del terremoto que lo detecta y envía la información ‘sentí una sacudida, estoy en este lugar’, a un servidor. Hay muchos teléfonos a la vez haciendo esto por lo que el servidor determina el lugar y la magnitud del terremoto y envía avisos a la gente que está más lejos. En estos avisos se incluye cuánto tiempo tienen hasta que se inicie la sacudida y cuál va a ser la intensidad de ésta», explicó Allen.
En ese plazo, las personas podrían correr a un lugar seguro, detener la actividad industrial o el transporte, reduciendo así los riesgos.
La aplicación utilizaría funciones presentes en los teléfonos inteligentes, como los acelerómetros y giroscopios para determinar el movimiento, el GPS y Wi-Fi para identificar la localización donde se encuentran o el magnetómetro para indicar la orientación.
El software trata de aprovechar el hecho de que existen 16 millones de teléfonos inteligentes solo en California y casi mil millones en el mundo, y que estos dispositivos tienen una gran conectividad.
La aplicación se probará primero en varios miles de usuarios. Una vez desarrollada será gratuita y de acceso con código libre.
El Foro Mundial de Ciencia, que por primera vez se celebra fuera de Budapest, ciudad donde se ha realizado desde su instauración en 2003,reúne cada dos años a científicos, diseñadores de políticas, miembros de organizaciones no gubernamentales, instituciones de educación e investigación para debatir cuestiones de política científica.