El español Rafael Nadal se clasificó para la final del Abierto de Australia de tenis después de derrotar en su semifinal al suizo Roger Federer por 7-6 (4), 6-3 y 6-3 en dos horas y 24 minutos de juego. El manacorí pugnará por el título con otro tenista helvético, Stanislas Wawrinka, verdugo este pasado jueves del checo Tomas Berdych en la otra semifinal. Si el tenista balear derrota a su rival igualará, con 14, al estadounidense Pete Sampras en la parcela de títulos de ‘Grand Slam’ cosechados en su carrera. Además, tendrá la posibilidad de convertirse en el tercer jugador en la historia en ganar dos veces cada uno de los cuatro torneos que forman el Grand Slam, después de Roy Emerson y Rod Laver,
Nadal, campeón del torneo en 2009 (cuando ganó en la final precisamente a Federer) y subcampeón en 2012, jugó todo el primer set sin protección en la mano izquierda, en la que tiene una llaga. Al acabar el primer juego del segundo parcial llamó al fisio del torneo, para que limpiase y desinfectase la herida, y le colocase una pequeña y redonda protección con la que jugó después. En un extraordinario despliegue de velocidad y exhibición de golpes de fondo, Nadal solo concedió una ligera ventaja en el tercer set, cuando después de dos horas y dos minutos, el suizo consiguió por fin romperle, pero a Roger le duró poco ese alivio. Nadal volvió a la carga, y con una nueva rotura volvió a dominar 4-3. Con grandes campeones en la grada, como los australianos Rod Laver, Kenny Roswell, o el estadounidense Pete Sampras, Nadal no concedió más opciones a Federer y sentenció el encuentro con maestría, rompiendo una vez más el servicio de Federer, y su ya tocada moral en el octavo. Federer no gana a Nadal en Grand Slam desde Wimbledon en 2007 y su ventaja es ya de 23-10 en sus enfrentamientos.
Las tenistas italianas Sara Errani y Roberta Vinci revalidaron u título de campeonas de dobles del Abierto de Australia, primer ‘Grand Slam’ de la temporada, después de imponerse este viernes en la final a las rusas Ekaterina Makarova y Elena Vesnina en tres sets (6-4, 3-6, 7-5). Con esta victoria, la pareja transalpina se garantiza el número uno del mundo y consigue su cuarto ‘grande’, tras Roland Garros 2012, el US Open 2012 y el Abierto de Australia del año pasado -ante las mismas rivales-.
En el set definitivo y tras perder tres saques consecutivos, la pareja número uno del mundo se vio obligada a remontar un 2-5. Lo logró; defendió su servicio y logró tres roturas seguidas que le hicieron auparse con el título.