A pesar de que la FIFA publicitó el Mundial de Brasil 2014 como el de ‘las entradas más baratas jamás vendidas’, los extranjeros que con suerte consiguieron comprar boletos se toparon con una dura realidad: los exorbitantes precios de los traslados y hospedajes.
Un ticket aéreo ida y vuelta de Río de Janeiro a Sao Paulo puede costar durante el torneo más de 800 dólares, varias veces más de lo que sale en otra época del año. Y el vuelo dura menos de 40 minutos.
Una habitación de hotel de tres estrellas en el barrio carioca de Ipanema es ofrecida en sitios especializados por unos US$540 en días de partidos. Y un cuarto privado sin baño en un albergue al pie de una favela de Río vale US$420 o más. Según el diario Folha de Sao Paulo, los costos se han elevado un 24% en promedio, aunque en la mayoría de hoteleslos precios se han triplicado.