La expulsión del pasajero ciego Albert Rizzi del vuelo que iba a salir de la ciudad de Filadelfia (estado de Pensilvania, EE.UU.) vino motivada por el comportamiento de su perro guía. Según informa la cadena Fox News, durante el embarque una azafata le advirtió que dejaba subir a bordo al perro solo con la condición de que no saliera de debajo del asiento de su dueño.
Sin embargo, el vuelo sufrió un retrasado importante y cuando se encendieron los motores y el avión empezó a vibrar con fuerza, el animal, agotado, se puso nervioso y salió al pasillo que separa las hileras de asientos. Inmediatamente la azafata se presentó ante el pasajero exigiendo en voz alta que Rizzi y su perro abandonaran el avión.
En ese momento, otros pasajeros a bordo se mostraron indignados al observar la escena y muchos de ellos se levantaron de sus asientos, gritando que se negarían a volar si a Rizzi y su perro no se les permitía permanecer en el avión.
Como resultado, el vuelo fue cancelado. La aeronave regresó a la terminal del aeropuerto de Filadelfia y los pasajeros indignados fueron llevados a su punto de destino, Long Island, en autobús. De acuerdo con los medios locales, US Airways inició una investigación sobre el incidente.