Las estadísticas oficiales señalan que desde la llegada del Papa Francisco, quien sucedió a Benedicto XVI como líder de la Iglesia Católica, el arribo de turistas y fieles al pequeño país se ha triplicado, considerando el promedio de años anteriores.
Es así que durante el 2013, 6.6 millones de personas visitaron el Vaticano, cifra largamente superior a los 2.3 millones que, en promedio, recibe la Santa Sede.
Para certificar estos datos se tomó en cuenta la venta de entradas a los eventos papales, fondos que luego son destinados a diversas obras de la Iglesia Católica en el mundo, tanto de evangelización, como de ayuda a comunidades y educación. De igual modo, la concurrencia a los eventos abiertos fue también importante.