EE UU considera que el vídeo del asesinato del periodista James Foley es auténtico. Obama promete «justicia»
Estados Unidos no negocia con terroristas. Aunque le cueste caro. Así lo volvió a dejar claro este miércoles el presidente Barack Obama tras el “brutal” asesinato de James Foley a manos del grupo extremista Estado Islámico (EI), que publicó el martes un vídeo con la decapitación del periodista secuestrado hace dos años en Siria en venganza por los ataques aéreos del Pentágono contra sus posiciones en Irak. En la grabación, que ha sido autentificada por el FBI, el EI amenaza además con matar a otro estadounidense en sus manos, Steven Joel Sotloff, si Washington no ordena el fin de los bombardeos.
Algo a lo que no parece estar dispuesto Obama, que dijo seguir convencido de que el EI es un “cáncer” que se debe “extirpar”, con la ayuda de los Gobiernos de toda la región, para que “no se extienda” por el resto de Oriente Próximo.
De hecho, poco después de la declaración del presidente, el Comando Central del Ejército estadounidense confirmaba más de una decena de nuevos ataques aéreos contra posiciones del EI cerca de la presa de Mosul en apoyo de las fuerzas iraquíes y kurdas que luchan por frenar el avance yihadista. En total, desde que Obama ordenara ataques aéreos limitados, el 7 de agosto, la fuerza aérea estadounidense ha realizado un total de 84 incursiones, 51 de ellas para apoyar la recuperación de la mayor presa del país, en Mosul.
Además, fuentes del Pentágono revelaron una petición del Departamento de Estado solicitando el envío a Irak de hasta 300 efectivos más para proteger intereses estadounidenses en Bagdad. De aceptarse la solicitud, que está «siendo estudiada» en estos momentos, el número de personal militar de refuerzo enviado a Irak desde mediados de junio superaría el millar.
“Seamos claros. [Los extremistas del EI] han arrasado ciudades y aldeas asesinando a civiles inocentes y desarmados, en cobardes actos de violencia. Han secuestrado a mujeres y niños, a los que han torturado y violado y sometido a esclavitud. Han asesinado a miles de musulmanes (…) han declarado su ambición de cometer genocidio contra un antiguo pueblo”, recordó Obama, en alusión a los yazidíes. El EI “no habla por ninguna religión, no tiene ideología de valor alguno para seres humanos”. “Tiene que haber un rechazo claro de este tipo de ideologías nihilistas”, reclamó.
“Un grupo como el EI no tiene cabida en el siglo XXI. Amigos y aliados de todo el mundo compartimos unos valores enraizados en todo lo contrario a lo que hemos visto”, dijo en referencia al vídeo de la decapitación de Foley. “Y seguiremos enfrentando este odioso terrorismo para reemplazarlo con un sentido de esperanza y civismo”, aseguró, a la par que prometió que EE UU “seguirá haciendo lo que tiene que hacer para proteger” a sus ciudadanos.
“Cuando se hace daño a estadounidenses en cualquier lugar, hacemos lo que sea necesario para lograr que se haga justicia, y actuaremos contra el EI de forma conjunta con otros”, insistió. “Seremos implacables”, prometió, aunque no hizo en ningún momento una mención específica a Sotloff ni reveló una estrategia para lograr su liberación. El Departamento de Estado dijo al respecto que “no se descarta nada” para lograr este fin.
Lo que Obama no reveló es si son ciertas las informaciones que afirman que la Casa Blanca sabía que el EI había amenazado con matar a Foley en venganza por los ataques aéreos en Irak, como afirma la cadena ABCNews.
El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, se unió a las condenas del «horroroso» asesinato de Foley, un «crimen abominable» que pone de relieve la «campaña de terror» que el EI continúa realizando contra los pueblos de Irak y Siria, según dijo en un comunicado, en el que también reclama que los responsables de estos «horrendos crímenes» sean llevados ante la justicia.
Las imágenes del asesinato de Foley fueron colgadas en YouTube la noche del martes, pero fueron rápidamente retiradas por la compañía. También Twitter ha anunciado la suspensión de todas las cuentas que distribuyan esas “imágenes gráficas”.
El vídeo, de casi cinco minutos y titulado “Mensaje para América”, comienza con unas imágenes de Obama, anunciando el 7 de agosto que ha autorizado ataques aéreos limitados para proteger intereses estadounidenses en Irak.
A continuación, el vídeo muestra a Foley arrodillado en un lugar desértico, con las manos atadas a la espalda y un pequeño micrófono colgado de una vestimenta naranja que parece imitar los uniformes de los presos de Guantánamo. Detrás de él se puede ver a un hombre vestido de negro, encapuchado y con una pistola colgada del hombro, que es quien luego procede a su decapitación con un cuchillo que sostiene en la mano izquierda.
Antes de morir, Foley es obligado a leer un comunicado en el que se dirige a su familia y especialmente a su hermano John, miembro de la fuerza aérea estadounidense. “No aceptéis ninguna compensación exigua por mi muerte de parte de las mismas personas que han clavado el último clavo de mi ataúd con la reciente campaña aérea en Irak”, dice.
En un inglés con acento británico, el yihadista a su lado toma después la palabra para acusar al Gobierno estadounidense de encabezar “la agresión contra el Estado Islámico”. En una amenaza directa a Obama, el extremista promete que “cualquier intento de su parte de negarle a los musulmanes su derecho a vivir seguros bajo el califato islámico tendrá como resultado el derramamiento de sangre de su gente”.
El vídeo concluye con el mismo hombre sosteniendo a quien identifica como el periodista Sotloff en similar posición a la que antes adoptaba Foley. “La vida de este ciudadano estadounidense, Obama, depende de tu próxima decisión”, advierte.
Los padres de Foley, Diane y John, pidieron este miércoles a sus asesinos “misericordia” con los demás rehenes, incluido Sotloff.
“Rogamos que tengan compasión y misericordia para Sotloff y otros rehenes. Ellos nunca le hicieron daño a nadie, intentaban ayudar y no hay razón alguna para su sacrificio”, dijo John Foley. “Jim era inocente y ellos lo sabían, sabían que él era un símbolo de nuestro país”, agregó su esposa.
Según el Comité Para la Protección de Periodistas (CPJ), que también condenó el “salvaje” asesinato de Foley, de los más de 80 periodistas secuestrados en Siria, unos 20, tanto locales como extranjeros, siguen desaparecidos en ese país. “Se cree que muchos de ellos están en manos del Estado Islámico”, dijo en un comunicado.
El asesinato de Foley ha traído el recuerdo de la brutal muerte de otro periodista en circunstancias muy similares: la del corresponsal de The Wall Street Journal Daniel Pearl, quien fue secuestrado en Pakistán y decapitado en 2002, un asesinato que también fue grabado en video.
“Nuestros corazones están con la familia del periodista James Foley. Sabemos el horror que están viviendo”, dijo la madre de Pearl, Ruth, en un mensaje difundido por la cuenta en Twitter de la Fundación Daniel Pearl.
El Journal además publica este miércoles un mensaje de solidaridad con los parientes de Foley de la familia de otro periodista estadounidense desaparecido en Siria en agosto de 2012, Austin Tice.
«Los últimos 635 días hemos tenido que compartir una terrible pesadilla, que nos ha hecho más cercanos a la familia Foley. Nuestros corazones están con ellos», cita el diario a los padres de Tice, Marc y Debra.
En el momento de su desaparición, el 22 de noviembre de 2012, James Foley trabajaba en Siria para Global Post y para la agencia France Presse, entre otros. Desapareció en la provincia siria de Idlib y desde entonces ni su familia ni los medios para los que trabajaba volvieron a saber de él.
La publicación del vídeo tuvo lugar un día después de que Obama confirmara que las fuerzas iraquíes y los peshmergas kurdos habían recuperado con apoyo aéreo estadounidense la presa de Mosul en Irak y que prometiera continuar el apoyo contra el avance de EI mediante el suministro de armas y la continuación de ataques aéreos limitados.