El tren de cercanías que descarriló el domingo en Nueva York circulaba a una velocidad de 132 kilómetros por hora en una zona limitada a 48 km/hora, anunciaron hoy los investigadores.
El acelerador dejó de presionarse seis segundos antes de que se detuviera la locomotora y los frenos solo se aplicaron al máximo de presión cinco segundos antes, detalló hoy en conferencia de prensa el Consejo Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB).
“La pregunta ahora es: ¿se trató de un error humano o de un equipamiento defectuoso? Y la respuesta en este momento es que todavía no podemos decir por qué”, dijo Earl Weener, de la junta directiva del NTSB.
El accidente ferroviario dejó un balance de cuatro muertos y más de sesenta personas heridas,luego de que se descarrilara en una curva pronunciada en el condado de El Bronx, a orillas del río Hudson.
Los investigadores no han constatado por ahora que el tren tuviera problemas, ya que el convoy se detuvo en todas las paradas intermedias desde que salió de la localidad de Poughkeepsie con destino a la estación Grand Central, en el corazón de Manhattan.
“No hay constancia de ningún problema o anomalía en los frenos”, señaló Weener, quien indicó que los detalles técnicos sobre la velocidad son “preliminares” y fueron extraídos de las dos cajas negras del tren de la línea Metro North accidentado.
Los investigadores recuperaron hoy la segunda caja negra del convoy, así como el teléfono móvil del maquinista, y los siete vagones y la locomotora serán transportados a un lugar seguro para ser examinados en detalle.
El representante del NTSB indicó también que se interrogará tanto al maquinista como a los otros tres empleados de la Autoridad Metropolitana del Transporte (MTA) que se encontraban al interior.