Vanessa Tanasio, de 41 años y madre de dos hijos, fue trasladada alMonash Medical Centre de Melbourne la semana pasada tras un ataque al corazón y con una de sus arterias completamente bloqueadas.
Había sufrido un paro cardíaco por el que fue declarada clínicamente muerta poco después de su llegada.
La expresión “clínicamente muerto” es un término médico que se aplica a una persona que dejó de respirar y cuya su sangre ya no circula.
Sin embargo, los médicos no se dieron por vencidos y usaron un dispositivo de compresión llamado Lucas 2, el único de este tipo que hay en Australia, para mantener el flujo de sangre hacia su cerebro, mientras el cardiólogo Wally Ahmar abrió la arteria para desbloquearla.
Una vez desbloqueada, el corazón de Tanasio volvió a latir a un ritmo normal.
Utilicé “múltiples descargas y muchas medicinas para resucitarla”, dijo Ahmar. “Ciertamente esto es un milagro. No esperaba que ella estuviera tan bien”.
Tanasio aseguró que no tenía antecedentes de enfermedades de corazón y declaró estar muy agradecida por estar viva.
“Recuerdo estar en mi sofá, después el suelo, después llegando al hospital y luego dos días desaparecieron”, explicó la mujer.
“Estuve muerta casi una hora y solo una semana después me siento bien. Es surreal”, agregó.
El dispositivo Lucas comprime el pecho, de manera similar a cuando se realiza la maniobra de resucitación cardiopulmonar (CPR), y permite a los doctores trabajar sin parar para colocar un stent(dispositivo cilíndrico) en el interior de una arteria bloqueada.
Es la primera vez que se utiliza con éxito en un paciente, informó el hospital.