El cártel narcotraficante mexicano de Los Caballeros Templarios ha incrementado su fuerza de modo tal que ahora son ellos quienes dicen quién puede o no cosechar limones o aguacates, quién puede o no vender pan, agua embotellada y leche, además de que establecen los precios e incluso han impuesto la ley seca.
Según lo que publica la web de BBC Mundo, el grupo se concentra principalmente en la entidad mexicana de Michoacán, pero operan más allá de la región occidente de México.
En Michoacán, los Templarios han amenazado a varias empresas –mexicanas y extranjeras—con quemar sus empresas y autobuses de distribución si incursionan a las zonas que ellos les tienen restringidas, en la zona montañosa de la entidad.
De acuerdo al medio, la compañía Sabritas ha sido una de sus víctimas en los meses anteriores, y en semanas recientes ocho productores de limón fueron asesinados en una emboscada, luego de denunciar ser víctimas de acoso por parte de los Caballeros Templarios.
Y mientras Stratfor afirma que esta banda narcotraficante está en crecimiento por su supuesta alianza con el cartel conocido como La Federación de Sinaloa, el gobierno local sostiene que la situación está focalizada y que la inseguridad no ha afectado a la economía de la entidad.
“La situación en Michoacán no es de negligencia o de anarquía en seguridad; es una situación en la que se está trabajando y atacando”, dijo a la BBC Mundo Ricardo Martínez Suárez, secretario de Desarrollo Económico.
Organizaciones empresariales, sin embargo, no comparten la opinión oficial.
“Lo vemos con mucha preocupación y lo que esperamos de la autoridad es el apoyo para que investigue”, citó el medio al presidente del Consejo Coordinador Empresarial en Michoacán, Carlos Gálvez.
El origen de Los Caballeros Templarios
Escindidos del cártel de La Familia Michoacana, la banda de los Caballeros Templarios se dividió en los primeros meses de 2011, luego de la muerte de uno de sus principales líderes, Nazario Moreno González, El Chayo o El Más Loco.
Moreno González fungió como el ideólogo de la banda criminal, pues escribió un prontuario con consejos de superación personal que llegó a ser el código de conducta de la banda.
El Chayo murió durante un enfrentamiento con la Policía Federal, de acuerdo al gobierno del expresidente Felipe Calderón. El cadáver, sin embargo, no fue localizado por las autoridades.
Con la muerte de Moreno, Dionicio Loya Plancarte El Tío, y Servando Gómez La Tuta, reunieron a buena parte de los miembros originales de La Familia Michoacana para fundar a Los Caballeros Templarios.
En donde operan, los Templarios castigan robos, secuestros o extorsiones que no son cometidos por sus miembros, además de que prohíben a sus miembros consumir drogas, conducir ebrios o maltratar a sus familias o parejas.
BBC Mundo, citando al semanario mexicano Proceso, informa además que el grupo dice financiarse con aportaciones “voluntarias” de empresarios, comerciantes y agricultores. Sin embargo, para las autoridades no hay ninguna aportación “voluntaria”, sino más bien extorsiones.
Actualmente, Los Caballeros Templarios sostienen un enfrentamiento con la banda autodenominada Cártel Jalisco Nueva Generación, una fractura del cártel de Sinaloa.