Thalía regresó a México y a decir de sus fanáticos lo hizo de manera triunfal. Las diez mil personas que se dieron cita en el Auditorio Nacional cantaron sus melodías y aplaudieron cada uno de sus gestos sobre el escenario.
Lo mismo si reía de oreja a oreja como aquella niña de nueve años que debutó en el grupo Din Din, que bailaba música tropical o cantaba casi susurrando, como sólo ella sabe hacerlo.
Thalía demostró que pese a los años que ha estado ausente de México, su público no la olvida tal y como lo mostró con su Viva! Tour.
A las 21:00 horas de ayer, Thalía inició el primero de sus dos conciertos. Con un vestido blanco hasta la rodilla, visiblemente delgada y con su larga cabellera rizada, a Thalía sólo le bastaba sonreír para arrancar aplausos y alaridos de los asistentes. El primer regalo de la noche fue Atmósfera, que dio paso a Qué será de ti.
“Feliz de estar aquí. Estoy emocionada, muy orgullosa de poder compartir esta noche tan mágica que ustedes me están regalando.
“Seamos libres, fluyamos y dejemos a un lado las cosas que nos angustian y vivamos este concierto.
El discurso fue interrumpido por los gritos de “Thalia, Thalía, Thalía” por parte del público.
Tras una falla técnica, en la que pidió en inglés a su equipo que no quería problemas, Thalía presentó Tómame o déjame, dedicada al ser amado “que nos hace sufrir y al que parece que hablarle claro, es lo mejor.”
La nostalgia llegó con Habítame siempre, tema dedicado a quien calificó como una guerrera, su madre fallecida, Yolanda Miranda.
El cielo apareció en el Auditorio Nacional gracias a las imágenes en las pantallas del escenario, mientras que decenas de globos blancos eran agitados por los fans desde sus asientos.
Cómo y Enséñame a vivir levantaron a algunos de sus lugares, pero volvieron a tomarlos con los primeros acordes de la guitarra en Ten miedo de mí.
Thalía cambió su vestido blanco por uno largo, también con pedrería en el pecho, para presentar a sus primeros tres invitados: Leonel García, ex Sin Bandera; Samo, de Camila, y Jesús, de Reik, para interpretar Con los años que me quedan.
Manías fue el siguiente corte para después transportar al público a un viaje “al tiempo atrás”, para el que utilizó jeans.
“Viajemos a un mundo de cristal o a la tierra de nunca jamás, a un lugar en el que la saliva no sea pecado y donde los pactos sean sinceros, donde los horizontes sean amarillos y azules. Necesito cómplices aquí del público”, dijo la nacida el 26 de agosto de 1971.
Así cantó con cuatro jóvenes extractos de Fuego cruzado, Sangre, Pienso en ti y En la intimidad. Los chicos, dos hombres y dos mujeres, estaban extasiados. Abrazaban a su ídolo, cantaban con ella, brincaban a su lado y le agradecían por haberlos elegido.
Tras cantar No soy el aire, en las pantallas aparecieron imágenes de figuras como Eva Perón, Hillary Clinton, Diana de Gales, Michelle Bachelet y la Madre Teresa de Calcuta dando discursos sobre los derechos de las mujeres en el mundo.
En la misma pantalla apareció Yuri hablando de la mujer moderna, para después ser presentada por Thalía. Juntas cantaron Mujeres, tema de Ricardo Arjona, mientras se proyectaban imágenes de Frida Kahlo, María Félix, Margaret Tatcher, Indira Gandhi, Marilyn Monroe y Elena Poniatowska.
“Obedezcan a la jefa”
Pero como el concierto estaba siendo grabado para un DVD, Thalía pidió que se repitiera para mejorar la canción. Sus músicos empezaron a tocar, pero ella exclamó: “obedezcan a la jefa, hasta que ella diga ‘go’”, con lo que la música empezó.
Tras una pausa, Thalía regresó al escenario para cantar Equivocada, no sin antes presentar a su esposo Tommy Mottola. “Ven Tommy, ¡ven!, ¡que vengas! Aquí está Tomás” dijo mientras se abrazaban y besaban en la mejilla.
El mundo de las telenovelas llegó con Quinceañera, Rosalinda, Marimar y María la del Barrio, las cuales la han colocado como una reina del género en el mundo.
Con una introducción animada presentó a Erik Rubín para cantar La apuesta.
Thalía interpretó un medley con lo mejor de sus éxitos que incluyeron No me enseñaste, Tú y yo, Entre el mar y una estrella, Piel morena y Amor a la mexicana, mientras era llevada en hombros por dos jóvenes, por la zona preferente del recinto.
El final parecía haber llegado, el público estaba vuelto loco y los gritos eran cada vez más fuertes, pero tras el clásico “otra, otra, otra” Thalía volvió a escena para despedirse de los suyos con Seducción, A quién le importa y Arrasando, mientras ondeaban banderas de México, Brasil, Argentina (con la cruz egipcia en el centro) y la de la comunidad gay.
Álbumes de estudio
Thalía (1990)
Mundo de cristal (1991)
Love (1992)
En éxtasis (1995)
Amor a la mexicana (1997)
Arrasando (2000)
Thalía (2002)
Thalía (inglés) (2003)
El sexto sentido (2005)
Lunada (2008)
Habítame siempre (2012)
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