La liberación de dos adolescentes cusqueñas que eran obligadas a prostituirse en la localidad de Chala permitió a la policía poner al descubierto una red de trata de personas con vínculos en Cusco, Puno y Lima.
Un equipo especial de la División de Investigación Criminal (Divincri) delCusco siguió a Katy López Chacón y Alipio Chino Kjuno desde el día que captaron a una mujer mayor de edad en la localidad de Huancarani, en la provincia de Paucartambo (Cusco). Ambos sospechosos viajaron con esta persona a Chala, distrito de la provincia arequipeña de Caravelí.
En esta localidad, los agentes solicitaron la intervención de la fiscal provincial de Caravelí, Maruja Flores Tovar, para intervenir en un bar clandestino. Allí se encontró a las dos menores cusqueñas que fueron captadas en el mes de octubre, también en Huancarani.
Las adolescentes revelaron que la pareja las captó en su pueblo y les ofreció viajar a Arequipa para vender gaseosas. Una vez en Chala, las obligaron a trabajar como damas de compañía. Desde el 27 de octubre que llegaron a Chala, permanecieron en el local. No les permitían salir a la calle.
La tercera víctima de los detenidos, la mujer mayor de edad, también fue rescatada por los agentes de la PNP.
Ayer, Katy López y Alipio Chino fueron denunciados por el delito de trata de personas ante el Juzgado Mixto de Caravelí.
UNA PRÁCTICA CONOCIDA
Lo que ocurrió con las dos muchachas es una práctica utilizada para captar a adolescentes a fin de que trabajen en bares y centros nocturnos de Chala. La fiscal Flores Tovar detalló a El Comercio que, debido a la cada vez mayor actividad minera en la zona, estos locales y los prostíbulos proliferan en la periferia.
Indicó que en la zona que se conoce como Chala Nuevo funcionan 20 centros nocturnos. Según dijo, allí permanecen cautivas jovencitas que son captadas con engaños en Cusco, Puno y Lima.
En tanto, una investigación de la fiscalía en Lima descubrió la existencia de dos agencias de empleos ubicadas en el emporio comercial de Gamarra y en el óvalo Higuereta, donde se le ofrece a jovencitas sueldos de hasta S/.1.500 por trabajar como meseras o ayudantes de cocina en Arequipa.
Una vez que las jóvenes son llevadas a Chala, les quitan sus documentos y las obligan a prostituirse durante 30 días para pagar los gastos ocasionados por su traslado.
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