A poco más de un mes de la cita de la industria móvil en Barcelona en el Mobile World Congress, Sony se animó para anticipar una versión reducida en tamaño, pero no en prestaciones, de su smartphone insignia con el Xperia Z1 Compact, una edición con la cámara de 20 MP de su hermano mayor, el Z1.
El Sony Xperia Z1 Compact cuenta con una pantalla de 4,3 pulgadas, frente a los 5 pulgadas del Xperia Z1. Sin embargo, posee la misma configuración técnica, con la mencionada cámara de 20.7 MP, procesador de cuatro núcleos Qualcomm a 2.2 GHz. Tiene una batería de 2300 mAh, que le da una autonomía de más de 18 horas de conversación y es resistente al agua, al igual que el modelo Xperia Z1S , una actualización del smartphone con una protección frente a líquidos.
De esta forma, la compañía japonesa se diferencia de la línea Galaxy S3 mini y Galaxy S4 mini , con una configuración reducida respecto a las versiones con pantallas más grandes.
Por su parte, el teléfono flexible LG Flex hizo su presentación pública en la CES, con su particular pantalla curva de 6 pulgadas y que acompañó la tendencia que la industria también busca imponer en la próxima generación de televisores.
Un teléfono a medida
Como si fuera una PC clon, con partes que se pueden combinar para tener una computadora a gusto, ZTE se sumó a la movida de los teléfonos modulares y presentó en la CES su prototipo Eco-Mobius, un sistema que permite al usuario reemplazar a gusto las configuraciones de un smartphone: desde cambiar la cámara, la batería y la pantalla hasta los procesadores del smartphone.
Aún en una incipiente etapa de prototipo, el Eco-Mobius busca reducir la producción de residuos electrónicos, y es otra de las alternativas que ofrece la industria junto a Motorola, que había presentado Project Ara , su propia plataforma móvil modular. Bajo el mismo concepto, la empresa española ImasD presentó Click ARM , que planea aplicar este mismo modelo en la fabricación de tabletas.