Cada cierto tiempo, se le otorga el título de “superalimento” a otra fruta, verdura o grano y se alaban sus poderes casi supernaturales que le conceden los antioxidantes. Aunque hay mucho de cierto, también hay algo de exageración.
Los antioxidantes son vitaminas, minerales y otros químicos que ayudan a proteger las células de las sustancias dañinas que se producen durante el proceso de metabolismo normal.
Se ha observado que las dietas ricas en algunos antioxidantes protegen contra el desarrollo de enfermedades cardíacas coronarias, derrames, algunos cánceres y dolencias asociadas con la vejez.
Así que deberíamos consumir tantos antioxidantes como sea posible, ¿cierto? ¿Incluso suplementos? Probablemente no.
Aunque algunos antioxidantes pueden proteger a las células sanas del daño en el ADN, todavía no entendemos completamente todos sus efectos para la salud.
Así que, si bien es una buena idea comer una gran variedad de alimentos ricos en antioxidantes, la opinión de los expertos es que la mayoría de la gente no se beneficia de los suplementos.
¿Cómo funcionan los antioxidantes?
La oxidación es un proceso químico normal en nuestro cuerpo que produce moléculas inestables conocidas como radicales libres.
En pequeñas cantidades, estos radicales son útiles pues juegan un importante rol en los procesos normales de las células.
Pero en grandes cantidades, pueden causar daño celular y perjudicar el funcionamiento de las células, un proceso conocido como “estrés oxidativo”.
Usamos antioxidantes como la vitamina C y la betacaroteno para prevenir el estrés oxidativo y proteger a las células del cuerpo.
Los antioxidantes hacen eso captando electrones de los radicales libres, lo que efectivamente los neutraliza.
¿De qué alimentos sacamos antioxidantes?
Las investigaciones de la última década han mostrado que el consumir alimentos ricos en antioxidantes -como las frutas, verduras, legumbres y granos- tiene un efecto beneficioso para nuestra salud en general. Pero es importante apuntar que el contenido de antioxidantes en los alimentos y bebidas varía mucho y no equivale a su impacto potencial en el cuerpo.
Los suplementos, ¿una pérdida de tiempo?
La mayoría de las pruebas clínicas hasta la fecha no han encontrado ninguna evidencia de que tomar antioxidantes individuales o combinaciones de ellos puede ofrecerle a la gente sana una protección contra la enfermedad.
Según Tom Sanders, director de la división de diabetes y ciencias de la nutrición en King’s College London, tomar suplementos de antioxidantes puede ser hasta dañino para la salud, particularmente para los fumadores.
Y la Cochrane Collaboration, un grupo internacional que revisa la evidencia de las intervenciones en salud, también apoya la opinión de que los suplementos de antioxidantes pueden ser más dañinos que beneficiosos.
En 2012 condujo una revisión de 78 pruebas clínicas de suplementos de antioxidantes y no encontró evidencia de que sirviera tomarlas como prevención primaria o secundaria contra la enfermedad.
Un estudio llevado a cabo en la década de los 90 con hombres fumadores finlandeses encontró que quienes tomaban altas dosis de betacaroteno tenían más riesgo de desarrollar cáncer de pulmón. Investigaciones sobre los efectos de los suplementos de antioxidantes de vitamina E han sido vinculados a un tipo de derrame y posiblemente al cáncer de la próstata.
Por suerte, la naturaleza provee un paquete equilibrado de antioxidantes y ciertamente no hay evidencia que indique que comer muchas frutas y verduras pueda ser malo.
Una dieta equilibrada
Los especialistas recomiendan comer más alimentos provenientes de las plantas, como vegetales, frutas, granos y legumbres, que no son solo ricos en antioxidantes sino también una buena fuente de fibra.
Pero, ¿cuánto es suficiente?
Según la Asociación Dietética Británica, comer 400 g de frutas y verduras al día puede ayudar a reducir el riesgo de problemas de salud como la alta presión, obesidad y algunos cánceres.
La dietista Felicity Lyons, vocera de ese organismo, dice que cada antioxidante juega su rol particular en el cuerpo, de manera que consumir demasiado de un tipo en general no ayuda.
Además, aconseja tratar de consumir menos alimentos procesados y cocinar más en casa.