Los agujeros negros absorben a sus estrellas a una velocidad muy superior a la que se esperaba, según un estudio que sobre dos sistemas binarios han realizado astrónomos del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC). El estudio se publicaba esta semana en Monthly notices of the Royal Astronomical Society y en él los investigadores del IAC Jonay González-Hernández, Rafael Rebolo y Jorge Casares muestran gracias al Gran Telescopio Canarias que en dos sistemas binarios de agujero negro y estrella la segunda «cae» a una velocidad muy superior a la que predice la teoría. Uno de los sistemas binarios observados es XTE J1118+480, con un agujero negro de aproximadamente 7,5 masas solares y su estrella secundaria, de unas 0,2 masas solares, situado en el halo de la Vía Láctea, y el otro es A0620-00 (V616 Monocerotis o V616 Mon), con un agujero negro de 6,6 masas solares, con una estrella secundaria de unas 0,4 masas solares, y que está en la dirección en el cielo correspondiente a la constelación de Monoceros. Velocidades de vértigo En el primer sistema binario la estrella tarda 4,1 horas en realizar un giro sobre el centro de masas del sistema, a una velocidad de 765 kilómetros por segundo (2,7 millones de km/h). En el segundo, la estrella viaja a una velocidad orbital de 560 km/s (2 millones de km/h), con lo que tarda 7,75 horas en realizar cada giro. En un comunicado del IAC se indicaba que son velocidades de «vértigo» y se comentaba que la Tierra viaja en su movimiento orbital en torno al Sol a 30 km/s o a unos 100.000 km/h. Jonay González-Hernández explicaba esta semana que, dada la similitud de ambos sistemas, es interesante entenderlos como dos fases de una misma secuencia evolutiva, y añadía que el que tiene periodo orbital más corto se acerca a mayor velocidad. En dicha secuencia, la estrella, a medida que se acerca al agujero negro, lo hace cada vez más deprisa. Por tanto, comenta Jonay González-Hernández, la caída de las estrellas sobre sus respectivos agujeros negros no sólo se produce más rápidamente de lo esperado, sino que además la velocidad de caída quizás sea acelerada, lo que implicaría que los tiempos de vida de esos sistemas son realmente cortos a escala astronómica, de unas decenas de millones de años, mucho menores de lo que se creía. En su origen, estos sistemas binarios están compuestos por una estrella secundaria de tipo solar y una estrella primaria mucho más masiva que el Sol (con más de ocho o diez masas solares), que evoluciona rápidamente y explota como una supernova, que da lugar al agujero negro. Según Jonay González-Hernández, la teoría del modelo estándar describe el acercamiento de una estrella a un agujero negro hasta ser finalmente engullida, pero no había sido posible corroborarlo porque no se disponía de la instrumentación adecuada instalada en telescopios de gran diámetro y porque se necesitan escalas de tiempo de diez a 20 años para observar estas variaciones de periodo orbital. El sistema A0620-00 se descubrió en 1975 mientras que XTE J1118+480 fue descubierto en 2000. Añade que hay teorías alternativas y complementarias a la de la relatividad general de Einstein que están intentando explicar este resultado, aunque todavía no se puede demostrar su viabilidad.
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