El fracaso de La Moradita, la gaseosa de Inka Kola que fue descontinuada en marzo, le enseñó a la empresa que no debe volver a cometer los siete errores a los que se puede adjudicar su poca aceptación de los consumidores.
Estas lecciones fueron enumeradas por Alfredo Quiñones, gerente de marketing de The Coca Cola Perú, en su exposición en la edición número 14 del Congreso Anual de Marketing Perú, CAMP 2015, que organizan Seminarium y ANDA.
1. Respetar los sabores sagrados.
La primera lección que aprendió la empresa fue que existen sabores sagrados como la chicha morada, que tocan fibras muy sensibles en el consumidor peruano y por ende es muy arriesgado usarlas.
2. No perder de vista las expectativas
Antes de su salida al mercado, se formaron dos grupos, los que la rechazaban y los que no. Las expectativas de los primeros les dictaban que La Moradita jamás iba a superar una chicha morada casera hecha por una madre o abuela. Los segundos, los que no la rechazaban, esperaban que La Moradita fuera mejor que la chicha de sobre, es decir en polvo, por ser lanzada por una marca reconocida como Inka Kola.
3. Ser claro en la comunicación
La imagen de una botella de chicha morada dentro de una jarra, utilizada al comienzo de la campaña no fue clara, no se sabía si iba a tener gas o no, ni cómo iba a ser el sabor del producto, lo cual generó confusión.
4. Su marca es fuerte
La gerencia de marketing sabía que si La Moradita fracasaba no iba a dañar la marca de Inka Kola. Y así fue. Quiñones dijo que tras la salida de La Moradita, el crecimiento del consumo de Inka Kola ha crecido.
5. Los estudios de mercado no bastan
Quiñones afirmó que los estudios de mercado que realizaron no garantizaban el éxito, y ellos asumieron el riesgo de fracasar sin que la marca se vea dañada.
6. Estar en la conversación digital
Ante la avalancha de las críticas en redes sociales, y los memes que atacan al producto, la postura de Inka Kola fue honesta y transparente, además de no quedarse callados y emprender una serie de automemes, en respuesta a las burlas que surgían en las redes sociales.
7. Identificar al público objetivo
La Moradita se lanzó para todo el público, sin embargo Quiñonez reconoció que la gaseosa morada se debió dirigir a los niños, en los cuales podría tener una mejor llegada.