Dos tercios de la población de la ciudad de Lugansk han huido
El éxodo de civiles de Lugansk, uno de los dos bastiones separatistas en el este de Ucrania, ha prácticamente vaciado la ciudad. La ofensiva de las fuerzas gubernamentales contra la localidad, que se ha recrudecido en los últimos días, ha reducido la población a unas 200.000 personas tras la huida de dos tercios de la misma; antes de que estallara la guerra entre rebeldes y fuerzas gubernamentales, Lugansk tenía una población superior a los 430.000.
La ciudad está prácticamente destruida por los continuos bombardeos de la artillería ucrania, y lleva 19 días sin un suministro regular de luz y agua, con las líneas telefónicas dañadas y la mayoría de las tiendas cerradas. Esta localidad es el principal destino de la ayuda humanitaria enviada por Rusia y que lleva varada en la frontera desde hace días.
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Según Kiev, ya se está combatiendo en el centro urbano de Lugansk, algo que los separatistas desmienten. Andréi Lisenko, representante del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa, respondiendo a la pregunta de por qué no se nota la presencia militar ucrania en Lugansk si los soldados han conquistado ya gran parte de la ciudad, comentó: “Hay allí un gran combate, pero en las calles ustedes no verán columnas de tanques, porque los soldados ucranios actúan en pequeños grupos, que trabajan puntualmente contra los blancos más importantes”.
Entretanto, el convoy con 1.856,3 toneladas de ayuda humanitaria rusa, cuyo destino prioritario es la localidad de Lugansk, avanzó un poco en sus esfuerzos por poder pasar por fin a territorio del país vecino, a la espera de un último visto bueno por parte de las autoridades ucranias. Un primer grupo de camiones comenzó este jueves a ser escaneado por la guardia fronteriza ucrania a pocos metros de la frontera. Pero es muy probable que los vehículos no la crucen este jueves y que solo el viernes comiencen a pasar. En la cabina de cada camión irá un representante de la Cruz Roja Internacional.
Los ucranios que han huido a Rusia de la guerra civil que en el vecino país desgarra las provincias orientales de Donetsk y Lugansk ya se acercan a los 800.000, según datos dados a conocer el jueves por Yekaterina Yegórova, subdirectora del Servicio Federal de Migración ruso. De ellos, unos 100.000 han pedido que se les otorgue el estatus de refugiado. La ONU cifra el número de desplazados dentro de Ucrania en unos 155.800 desde principios de año.
La mayoría de los más de 780.000 ucranios que desde el primero de abril han cruzado la frontera huyendo de los combates se encuentra en las regiones rusas fronterizas, agregó Yegórova. Como las provincias colindantes con Ucrania “no están en condiciones de acoger a toda la gente que llega” desde el país vecino, se la distribuye por todo el territorio de Rusia, dando preferencia a aquellas regiones donde se necesita mano de obra y profesionales.
La situación en el otro centro rebelde, Donetsk, no es mejor, y en las ciudades de los alrededores se están desarrollando encarnizados combates. Los separatistas afirman haber recuperado el control completo de Ilovaisk, estratégica ciudad ubicada a 35 kilómetros al este de Donetsk que los soldados ucranios hace ya más de una semana tratan de conquistar lanzando un ataque tras otro.
Antón Gueráshchenko, asesor del ministro de Interior, comunicó que las fuerzas gubernamentales han sufrido serias bajas en los últimos día durante los combates por Ilovaisk: 19 muertos y 46 heridos. Todos ellos son combatientes de los batallones de voluntarios, a los que, se lamentó Gueráshchenko, prácticamente no se les ha dado armamento pesado. Así, no cuentan con ningún tanque, y de los 10 blindados que tenían, les quedan la mitad y ya casi sin municiones, afirmó.
Más de 2000 personas han muerto en los enfrentamientos desde que las autoridades de Kiev lanzaron en abril una ofensiva militar, denominada «operación antiterrorista», contra la insurgencia prorrusa.