Una nueva generación de capos de la droga se ufana de su poder en las redes sociales.
Atrás, muchos años atrás, quedaron los tiempos en los que los capos de la droga preferían la clandestinidad y la discreción para moverse. Las nuevas generaciones se ufanan de su poder en las redes sociales. Esta situación provocó la alarma reciente en Brasil y en México.
Ahora sorprende a los italianos. Así lo muestra la revista L ‘Espresso que hoy reproducen los medios europeos.
El País de España, por ejemplo, cuenta que en el 2006 las autoridades cogieron al capo más importante de la época, Bernardo Provenzano. Lo curioso es que, la primera vez que apareció en público, en vez de ver a un hombre rodeado de lujos salió un anciano vestido de campesino. Sin embargo, la mafia contemporánea rompió esa tradición, pues ahora alardean de sus excentricidades en las redes sociales.
Las imágenes y la investigación del medio italiano L’ Espresso, muestran a hombres gallardos rodeados de lujos. Los periodistas que la realizan, Piero Messina y Maurizio Zoppi, explicaron: “conjugamos calle y Red y finalmente dimos con los perfiles de Facebook, Instagram y Twitter de algunos de los mafiosos de Palermo. Por supuesto con nombres falsos, pero ninguna prudencia en las fotos y en las palabras”.
Las publicaciones en sus perfiles son bastante atrevidas. Aunque con nombres falsos, los nuevos capos dan órdenes y hasta venden droga.
Hay dos rufianes en las páginas del medio italiano. Se trata del narco Domenico Palazzotto y su primo Salvatore D ‘Alessandro, también afiliado a la mafia, según la Fiscalía. El primero, es un apuesto joven que ronda los 30 años de edad, tiene un cuerpo esplendoroso que muestra su dedicación al gimnasio. Las fotos del hombre de la mafia muestran tatuajes, pectorales depilados, y los lujos que posee: limusina, yates, comidas.
Más adelante, muestran a un capo mexicano Juan Diego Posada posando junto a su Porsche y su mascota, un león.
Pero si estos nuevos narcos de la droga son detenidos, tampoco tienen reparo para publicar en sus redes un desafío a las autoridades: “entre el decir y el hacer en el medio está el mar. Sois y vais a ser unos pobrecitos… con un puño de mosquitos en la mano… ja ja ja, estos cubos de mierda”.
Los ‘narcojuniors’ o los herederos de la mafia, son los jóvenes que viven del dinero que dejaron sus padres a testaferros y que años después, pueden disfrutarlo.
“Los hijos de Joaquín ‘El Chapo Guzmán’, uno de los narcotraficantes más buscados en el mundo y detenido en febrero, han mostrado en Twitter que les gusta el boxeo, el whisky Buchanan’s y tener como mascotas a leopardos, que utilizan para cazar liebres”, anota el medio.
Estos jóvenes mafiosos ya no son los típicos narcotraficantes de años atrás. En Colombia, por ejemplo, se reconocían por ser hombres gordos, llenos de caderas de oro y rodeados de mujeres bonitas y bastante exuberantes. Sin embargo, se veían sólo en establecimientos nocturnos, poco mostraban en fotos públicas y mantenían escondidos. Ahora, en cambio, son jóvenes apuestos que no tienen reparos en mostrar sus vidas de derroche y desenfreno.