Un correo electrónico cruzó el Atlántico dos veces, recorriendo miles de kilómetros, para salvar a una joven china que se quería suicidar en Italia, informó la policía de ese país.

Un correo electrónico cruzó el Atlántico dos veces, recorriendo miles de kilómetros, para salvar a una joven china que se quería suicidar en Italia, informó la policía de ese país.

Un correo electrónico cruzó el Atlántico dos veces, recorriendo miles de kilómetros, para salvar a una joven china que se quería suicidar en Italia, informó la policía de ese país.