Después de la trágica muerte de la madre del cantante Kanye West por complicaciones en una operación, el cantante ha obligado a Kim Kardashian a firmar un preacuerdo matrimonial para que no se someta a cirugías estéticas. Si el contrato se incumple, la indemnización será de 500 mil dólares.
La decisión de Kanye West se debería a que habría descubierto que Kardashian mantuvo comunicación con su cirujano plástico para una próxima operación.
Un allegado a la pareja aseguró a la revista Heat que “Kim ha estado en contacto con su cirujano porque tenía la intención de retocarse la nariz y hacerse una liposucción en los muslos y en el vientre antes de la boda”.
Agregó que “su plan era someterse a una operación en marzo de 2014, aprovechando que Kanye se va unos días a París durante esas fechas. Pero él se ha enterado y ha tirado por tierra sus planes. Amenazó a Kim con cancelar la boda si seguía adelante con la idea”.
También reveló que “en el documento, Kanye ha exigido que Kris Jenner no tenga ningún tipo de influencia en las decisiones que tome junto a Kim en el marco de su vida matrimonial, e incluso en temas sobre la vida laboral de ambos”.