Refirió que encontró al perro ya muerto y crucificado en un río, y que junto a su novia decidieron enterrarlo para evitar la descomposición del can cerca a su rancho ubicado en Tecate, Baja California en México.
«Cuando fuimos a buscar la pala para enterrar al perro, decidí tomarme la foto(…) Nunca pensé en las consecuencias, no pensé que se saliera de control, solo pensé que vieran lo que encontré y que comentaran», dijo Aaron a Frontera.info.
El joven de 22 años dijo que después las críticas y amenazas que recibió en la red social, tuvo que dar de baja su cuenta.