Melissa Ibbitson, de 19 años, esta obsesionada con el kétchup, ya que no puede estar tranquila si no ingiere salsa de tomate.
La primera vez que probó esta crema fue en un restaurante de comida rápida cuando era tan solo una niña. Desde allí, no puede vivir sin ella.
La adicción de Melissa por el kétchup es tan grande que en su cumpleaños, su pastel tenía la forma de la botella de la salsa. Su comida favorita son las papas fritas, obviamente con salsa de tomate.