Las fuerzas del orden han arrestado a dos de los presuntos agresores que este jueves participaron en una violación múltiple a una joven fotoperiodista india en la ciudad costera de Bombay, informó una fuente policial.
La Policía, que ha efectuado numerosas detenciones de sospechosos en las últimas horas, solo ha arrestado de momento a dos de los cinco individuos que formaban parte del grupo que cometió el crimen de acuerdo con la investigación.
«Hemos arrestado a un segundo acusado esta mañana (el primero fue arrestado ayer). Ha confesado su implicación. Las pesquisas van en la línea correcta y esperamos atrapar a los otros tres pronto», dijo el comisario Satyapal Singh, citado por la agencia IANS.
La agresión sucedió a última hora del jueves en un complejo textil abandonado de un barrio céntrico de Bombay, la principal metrópoli india y capital del Estado suroccidental de Maharashtra.
La joven, una becaria en prácticas de 22 años, estaba realizando un reportaje para una revista local en lengua inglesa junto con un compañero.
Los agresores golpearon al chico y lo ataron mientras tres de ellos violaron por turnos a la reportera, que sufrió graves heridas internas aunque se encuentra estable y fuera de peligro en un hospital de Bombay.
INDIGNACIÓN
Esta violación ha reavivado la indignación contra los asaltos sexuales en la India, que vive una gran psicosis desde que a finales de 2012 una estudiante de 23 años falleciera tras ser agredida de una manera similar junto a su novio en un autobús de Nueva Delhi.
La líder del gubernamental Partido del Congreso, Sonia Gandhi, calificó hoy la violación de Bombay de «terrible crimen» y dijo que «no debería haber ocurrido», según los medios locales.
Los continuos casos de violaciones que ha recogido en los últimos meses la prensa local e internacional han afectado al turismo extranjero en la India, y han llevado a las autoridades a enmendar el Código Penal para endurecer las penas contra condenados por violación.
Un tribunal de Delhi debe emitir próximamente un veredicto en el caso referente a la estudiante agredida en el autobús.
Los observadores creen que la pena de muerte será el castigo probable para los cuatro acusados de aquel crimen.
Un quinto presunto implicado se suicidó en la cárcel según la versión oficial y un sexto supuesto agresor era menor de edad cuando ocurrieron los hechos y ha sido juzgado por un tribunal juvenil que como máximo le impondrá una pena de tres años de internamiento.