Idris Elba, de capo de la droga al próximo Mandela  

Puede que su nombre a muchos aún no les diga gran cosa, pero no será por mucho tiempo, ya que el actor británico Idris Elba, tras salvar el mundo en la última fantasía de Guillermo del Toro, «Pacific Rim», se convertirá en el próximo Nelson Mandela del cine en una producción con aroma a Oscar.

Los serie-adictos ya han podido comprobar el extraordinario magnetismo de este intérprete de sangre sierraleonesa y ghanesa en «The Wire», la aclamada obra televisiva de David Simon en la que da vida al carismático y ambicioso Stringer Bell, número dos de la red de narcotraficantes que trae de cabeza a la policía de Baltimore.

Para los demás, Elba llega ahora a las salas de cine como el comandante Stacker Pentecost de «Pacific Rim», el hombre que contra viento y marea dirige la misión de los «jaegers», gigantescos robots tripulados por humanos para combatir a unos temibles monstruos submarinos llamados «kaiju» que amenazan con acabar con acabar con todo.

«Mi personaje es un hombre de carrera, que ha estado en el ejército durante prácticamente toda su vida» y al que «no le gusta perder, eso seguro, le dices «no» y el hace que sea «sí»», explica el actor en una entrevista con Efe.

«Es un hombre cálido y bueno, pero tiene que soportar demasiada presión», precisa sobre un personaje para el que en un principio sonó el nombre de Tom Cruise.

Rodar con Del Toro ha sido para él una gran experiencia. «Es muy generoso y sabe lo que hace», asegura; «una escena le puede llevar un día entero, monta veinte sets diferentes para veinte tomas, donde otros hacen cinco».

El reto de ser Mandela 

Pero el papel que más dará que hablar en los próximos meses será sin duda el de protagonista de «Mandela: Long walk to freedom», una película biográfica, dirigida por Justin Chadwick, que abarca desde la infancia rural del líder surafricano hasta su llegada a la presidencia en 1994, pasando por sus 67 años de lucha contra el apartheid.

Un par de tráileres han sido suficientes para que medios especializados empiecen a hablar de las posibilidades de Elba de ser candidato al Oscar al mejor actor en la próxima edición de los galardones de Hollywood.

Para empezar, su estreno en Norteamérica, previsto a finales de noviembre, llega justo a tiempo para las nominaciones, pero además va de la mano de la distribuidora The Weinstein Company, todos unos expertos en lograr candidaturas, con más de una treintena en los últimos diez años, y casi 300 si se añaden las de su antecesora Miramax.

También ayudará a la promoción de la cinta la dosis de controversia que ya la rodea. En ella veremos no solo al más conocido Mandela que encandila con sus discursos, sino también al que fabrica bombas, revienta edificios y corre por las calles al más puro estilo de un filme de acción.

Al hablar de ello, a Elba se le nota orgulloso pero también abrumado por la responsabilidad. «Me siento muy honrado de ser parte de esta película. Ya está hecho, a la gente le podrá gustar o podrá odiarlo, pero ya está hecho. Hemos hecho una película sobre uno de los seres humanos más grandes del planeta. Tendrá que ser la gente quien decida», dice.

Para preparar el personaje, asegura no haber estudiado otras interpretaciones, como la que hizo Sidney Poitier en la televisiva «Mandela and De Klerk» o la más reciente de Morgan Freeman en «Invictus».

¿El próximo James Bond?

En la actualidad rueda «The Gunman», una de espías en la que compartirá cartel con Sean Penn y Javier Bardem, y quien sabe si en un futuro no muy lejano podríamos llegar a verlo como el primer James Bond negro.

Sin confirmar ni desmentir, y sin olvidar que Daniel Craig no ha anunciado planes de retirarse, el actor ha dicho que estaría encantado de hacerlo pero que de momento no hay nada.

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