Una explosión en un cementerio del este de Afganistán sacudió el funeral de un oficial depolicía luego de que apareciera un “hombre bomba”, que dejó al menos 37 personas muertas y decenas de heridos.
Este atentado ocurrió en una mezquita antes de empezar la procesión fúnebre. El suicida se inmoló cuando las personas hacían fila para la procesión, según fuentes oficiales. Además, señaló que la mayoría de las víctimas mortales eran efectivos policiales y cerca de 50 resultaron heridos.
Las víctimas se habían reunido para despedir a un jefe del cuerpo, quien murió a causa de los disparos de insurgentes horas antes mientras realizaba compras para celebrar el fin del mes sagrado islámico del Ramadán.
En el lugar también se encontraban mujeres que estaban recitando versículos del Corán para rendir homenaje a la última esposa de un líder tribal, Haji Ghalib, favorable al gobierno de Kabul.
En los países del Medio Oriente se conmemoró la primera jornada del Eid al Fitr, la “Navidad” islámica