Marco Gabriel Arenas Castillo (22) terminó confesando que fue él quien mató a su madre adoptiva, la empresaria María Rosa Castillo Gonzales, quien misteriosamente desapareció el último martes y que fue hallada calcinada en Cieneguilla un día después.
Fuentes policiales informaron a Perú21 que el joven admitió que golpeó y estranguló a Castillo Gonzales en su residencia de la urbanización Sol de La Molina, tras discutir con ella porque lo acusaba de robarle una fuerte suma de dinero y joyas.
Todo hace indicar que la empresaria nunca salió de su residencia aquel día para conversar con un cliente supuestamente interesado en alquilarle un departamento de su propiedad, en la urbanización Santa Patricia de La Molina, como se indicó en un primer momento.
Trascendió que en la discusión también participó el esposo de la víctima, Walter Arenas Navarro, pero este salió de la casa en medio del acalorado diálogo y antes del fatal desenlace.
Marco Arenas acudió a la sede de la Dirincri, en el Centro de Lima, ayer a las 22:00 horas y confesó el crimen tras conocer que su enamorada, Fernanda Lora Paz (18), se encontraba en dicha sede policial desde las 18:00 horas en compañía de su abogado para acusarlo del homicidio. Ambos se encuentran con detención preliminar.
Lora contó a las autoridades que no denunció antes a Arenas porque este la tenía amenazada tras confesarle que él mató a su madre adoptiva y luego llevó el cadáver a Cieneguilla para quemarlo con petróleo. Para el traslado usó la camioneta de la víctima, que luego abandonó en el parque Los 13 del Gallo, en Surco.