Utilizando mediciones de radar realizadas desde un avión, un equipo de investigadores del Instituto de Investigación Polar (SPRI, por sus siglas en ingles) de la Universidad de Cambridge, Reino Unido, han detectado cerca de la ciudad de Qaanaaq a unos 800 metros por debajo de la capa de hielo, dos depósitos de agua subglaciales, que miden entre 8 y 10 kilómetros cuadrados y que en otro momento podrían haber sido hasta tres veces más grandes de su tamaño actual.
De acuerdo con el estudio publicado en la revista ‘Geophysical Research Letters’, el nuevo descubrimiento ayudará a los científicos a entender cómo responderá el hielo a las cambiantes condiciones ambientales y cómo pueden influir los lagos subglaciales en el flujo de la capa de hielo, que, por su parte, afecta al cambio global del nivel del mar.
«Nuestros resultados muestran que existen lagos subglaciales en Groenlandia y que forman una parte importante del sistema de ‘cañerías’ de la capa de hielo», explica el doctor Steven Palmer, el autor principal del estudio. «Debido a la forma en que el agua se mueve por debajo de la capa de hielo, afecta fuertemente a la velocidad de flujo del hielo. Una mejor comprensión de estos lagos nos permitirá predecir con mayor precisión la forma en la que la capa de hielo responderá al calentamiento futuro previsto», añadió Palmer.
Según el científico, los lagos son inusuales en comparación con los detectados por debajo de las capas de hielo de la Antártida, lo que sugiere que se formaron de una manera diferente.
Los científicos suponen que, a diferencia de la Antártida, donde las temperaturas de superficie se mantienen por debajo de cero durante todo el año, los lagos recién descubiertos son muy probablemente alimentados por el derretimiento de las aguas superficiales de drenaje a través de las grietas en el hielo. Un lago de superficie situado en las inmediaciones también puede alimentar a los lagos subglaciales durante los veranos cálidos. Esto significa que los lagos son parte de un sistema abierto y están conectados a la superficie, algo que los diferencia de los lagos antárticos que se encuentran más frecuentemente como ecosistemas aislados.
Mientras que cerca de 400 lagos se han detectado por debajo de las capas de hielo de la Antártida, los dos lagos recién descubiertos son los primeros que se encuentran en Groenlandia.