La pequeña Xiao Li tiene la boca cosida con sedal de pescar y carece de pelo por los baños con agua hirviendo que su padre le daba.
Una pequeña de 11 años fue hallada con el cuerpo cubierto de cicatrices y la boca cosida vagando por las calles de la ciudad de Shinchang, en la provincia de Ghizhou.
De acuerdo con el testimonio de vecinos, recogido por la cadena británica SkyNews, la pequeña Xiao Li hablaba consigo misma y gritaba a los paseantes frases incoherentes.
La actitud de la pequeña llamó la atención de un hombre, que responde al apodo de Mr. Fu, fue él quién descubrió el lamentable estado de la menor: Tenía el cuerpo repleto de cicatrices, la boca cosida con sedal de pescar y había perdido gran parte del pelo por culpa de los repetidos baños con agua hirviendo a los que había sido sometida.
Cuando Mr. Fu se interesó por el origen de las cicatrices los vecinos le remitieron al padre, un hombre llamado Yang. Fue entonces cuando llamó a la Policía, que arrestó a Yang e ingresó a la niña en un hospital.
Según declaró la abuela Xiao Li, sus padres abandonaron a la niña poco después de que naciera, cuando ellos emigraron para buscar trabajo en otras partes de China. Durante los primeros cinco años de su vida la niña permaneció con sus abuelos, pero su padre regresó.
A partir de ese momento ocurrieron los abusos. «También abusó de mi. A veces nos pegaba a las dos juntas con un látigo», afirmó la abuela.