Se trata de los ‘drones’ submarinos Slocum Glider, de 1,5 metros de largo, y que recibieron su nombre en honor del capitán Joshua Slocum, quien en 1895-1898 navegó en solitario alrededor del mundo en un pequeño barco. El 17 de diciembre la Armada de EE.UU. ofreció un contrato a la empresa Teledyne Bentos para continuar «los esfuerzos de investigación» de los Slocum Gliders.
Según los periodistas del blog ‘Swampland’ de la revista ‘The Time’, la Marina de EE.UU. ha estado buscando la manera de hacer bajo el agua lo que la Fuerza Aérea de EE.UU. hace en los cielos: enviar ‘drones’ de larga autonomía que recolecten información que podría cambiar el rumbo de una guerra.
Se supone que cada ‘drone’ Slocum Glider será capaz de trabajar hasta cinco años de una manera independiente, es decir, sin ninguna recarga o mantenimiento, enviando información desde el océano a los buques estadounidenses o a tierra gracias a una antena presente en su parte trasera.
Una flota de estos aparatos podría cercar la costa enemiga, ayudando a la Marina a encontrar minas y submarinos enemigos de tecnología furtiva, así como pronosticar huracanes.
«Llevando una amplia variedad de sensores, podrían ser programados para patrullar durante semanas, aproximarse a la superficie para transmitir sus datos a la costa y descargar nuevas instrucciones a intervalos regulares, ahorrando mucho dinero en comparación con los buques de superficie tradicionales», como las naves de vigilancia oceanográfica T-AGS, aseguran los ingenieros de Teledyne Bentos.
A diferencia de los ‘drones’ del aire, los planeadores Slocum Glider aprovechan la energía de la termoclina del océano en vez de usar combustible, es decir, utilizarán las capas de agua caliente cerca de la superficie y el agua más fría en la profundidad.