Sin embargo aclaró que estos no son corrientes políticas y que, aunque Alberto Fujimori y Montesinos prácticamente gobernaron juntos, Montesinos era el principal operador, asesor del exmandatario Alberto Fujimori.
“Montesinos fue un operador de Fujimori. El fujimorismo y el montesinismo no son dos grupos o corrientes ideológicas que se han juntado. Montesinos no tenía ningún grupo y solo era parte del equipo de gobierno de Fujimori y en relación de eso ha realizado su función”, dijo.
Agregó que Fujimori y Montesinos “no eran dos iguales”, sino que Fujimori era el jefe como presidente de la República y Montesinos era el operador, pero eran cómplices de un mismo plan.
Zapata manifestó que Montesinos fue un oportunista que quería tejer sus redes de influencias con un potencial presidenciable como era Fujimori en los noventa, y lo logró resolviéndole un problema judicial porque no había pagado impuestos de unos inmuebles.
“Montesinos se hizo necesario, era rápido y efectivo y le solucionaba problemas judiciales a Fujimori. Se dan cuenta que son el uno para el otro y hacen una sociedad política para gobernar el país. Su ambición por el poder a toda costa los unió en un fujimontesinismo que cometió delitos de corrupción y de lesa humanidad”, subrayó.
Por otro lado, el analista Sandro Macassi sostuvo que Fujimori y Montesinos afianzaron su alianza impune con el autogolpe del 5 de abril de 1992, el cual se fue fortaleciendo en la complicidad “cuando le solucionaba problemas que se oponían a la dictadura fujimontesinista.
“Desde antes existía un plan para tomar el poder y se dio el detonante en 1992 para dar un golpe de Estado, pues ya existía un plan desde antes de que Fujimori entrara al gobierno. Los militares y Montesinos le presentaron el plan a Fujimori y éste se aplicó aprovechando la coyuntura del desprestigio del Congreso y el Poder Judicial”, dijo.
Macassi manifestó que cierto grupo recalcitrante del fujimorismo se mantiene ligado al montesinismo porque en los juicios pasados el exasesor Montesinos calló muchas cosas cambiando su posición para no atacar a Fujimori con la esperanza de que el fujimorismo volviera al poder para ser beneficiado.
“Montesinos ha protegido en ciertos casos a Fujimori porque ambos eran y son cómplices porque el exasesor sabe a largo plazo que la única opción para Montesinos es que el fujimorismo llegue de nuevo al poder a través de Keiko y así mejore sus condiciones carcelarias, reducirle la pena o pueda salir con un indulto”, recalcó.
El parlamentario de Acción Popular-Frente Amplio Jorge Rimarachín dijo que los nexos del fujimorismo y el montesinismo se consolidaron luego de 10 años de complicidad con la famosa entrevista del siglo que dieron juntos Fujimori y su asesor de inteligencia en agosto del 2000 vestidos con trajes parecidos para dar a conocer una denuncia de tráficos de armas a favor de las FARC.
“Con esa entrevista todos comentaban que eran los siameses y que el poder era de ambos y que gobernaban el Perú y ambos no pueden decir que ya no son la misma la cosa, pues la marca y la patente del montesinismo le pertenece al fujimorismo. Algunos pequeños operadores del montesinismo se han infiltrado hasta la actualidad y deben ser extirpados”, sostuvo.
El congresista de Gana Perú, Teófilo Gamarra, dijo a LA PRIMERA que los nexos del montesinismo se mantuvieron en las últimas campañas electorales del fujimorismo desde el 2000 hasta la última campaña de la hija del exdictador, Keiko Fujimori.
Afirmó que el operador montesinista Óscar López Meneses era el nexo de Montesinos con bancada fujimorista Perú 2000 y por eso fue nombrado coordinador y asesor de esa bancada.
“El otro nexo es de Alfonso Núñez Fernández, amigo íntimo de López Meneses, quien lo visitó al penal San Jorge y que participó en la campaña presidencial de Keiko Fujimori en el 2011 y que aparece en una foto con el equipo de campaña donde están la misma Keiko con los principales dirigentes fujimoristas como Jaime Yoshiyama, Rafael Rey, Rolando Reátegui”, aseveró.
Agregó sobre la amistad que se sigue manteniendo entre López Meneses con algunos fujimoristas como es el caso del regidor Fernán Altuve, “quien no ha negado esa amistad” y con la congresista Martha Chávez, de quien dijo ser “su pataza” (su amiga)