He aquí 7 simples reglas sobre lo que no hay que publicar en las redes sociales para evitar un fracaso público. La página web de noticias ‘Mashable’ las ha compilado para los internautas inexpertos.
No publicar información falsa. ¿Cómo puede ser que el video de Gangnam Style alcance 1.000 millones de vistas si solo 7 millones de personas viven en el mundo?, pregunta una chica, a quién se le olvidó checar los datos antes de publicar la información equivocada.
No usar ‘hashtags’ falsos. La chica de esta publicación afirma que acaba de salir de la ducha y se ha tomado esta foto sin maquillaje y sin usar filtros fotográficos. Sus comentaristas, obviamente, lo dudan.
Publicar ‘selfies’ estando en funerales es muy mala idea. Según las chicas de la foto, han estropeado su maquillaje llorando tanto… porque están en un funeral. Como que no se les nota.
No publicar en línea sus aventuras durante las juergas con los amigos. El autor de estas publicaciones primero presume que va a manejar su coche a pesar de estar ebrio y en las publicaciones siguientes pregunta qué hacer, ya que ha accidentado su auto. Sus seguidores lo recordarán para siempre, sin duda.
Presumir de un nuevo tatuaje en la redes sociales es peligroso, ya que sus seguidores pueden ver algún error gramatical en él que nadie se había percatado. Y luego a uno ya solo le queda insistir en que “lo quisimos así” o en “tiene sentido para nosotros”, tal como le ha pasado a las chicas de la foto.
Aunque parezca obvio, es mejor no publicar nada malo sobre sus jefes en las redes sociales. En primer lugar, porque su jefe puede ser su seguidor y ver la publicación ofensiva. Y, en segundo lugar, porque incluso si no lo es, siempre puede enterarse de alguna manera de sus comentarios sobre él, pues así funcionan las redes sociales. La reacción más evidente del jefe es la de despedir al empleado poco perspicaz, como le pasó a esta chica.
¿En qué pensaría el individuo que publicó la foto de su nueva tarjeta de crédito en línea? Seguro que no en que ahora todos sus seguidores conocen los datos de la tarjeta, suficiente para usarla en algunas tiendas en línea. Tampoco es buena idea hacer públicos determinados datos personales, como el número de teléfono, la dirección de su casa o la matrícula de su auto.