El cáncer de cuello uterino es una de las enfermedades que causa mayor mortalidad en las mujeres, pese a que puede prevenirse mediante la vacunación contra el Virus del Papiloma Humano (VPH) y detectarse en sus etapas iniciales por el examen del Papanicolau.
|
Si bien, esta evaluación es el primer paso para descartar el cáncer de cuello uterino, según el doctor Vicente Vargas, director médico de OncoInppares, es posible que el examen de Papanicolau pueda arrojar un resultado falso negativo en un 50% de casos.
‘Para una detección temprana de lesiones precancerosas, puede ser necesario recurrir adicionalmente a otro examen, igual de sencillo que el Papanicolaou, denominado colposcopía’, afirma.
Vargas explica que la colposcopía es un examen que emplea una luz y un microscopio, los cuales ayudan a encontrar áreas anormales en el cuello uterino. En caso se encuentren, se extrae una muestra (biopsia) para que el médico patólogo realice el estudio respectivo.
El especialista indica que la colposcopía se la deben realizar las mujeres que ya se han sometido a un Papanicolau cervical o vaginal, y las que presentan sangrado después de tener relaciones.
‘También cuando se observan áreas anormales en el cuello uterino durante el examen pélvico, existencia de verrugas genitales, irritación o inflamación del cuello uterino a repetición (cervicitis)’, sostiene Vargas.
El ginecólogo de Inppares indica que la colposcopía es una prueba sencilla y económica que dura de 20 a 30 minutos, y es muy parecida al Papanicolau.
Resaltó que puede practicarse en cualquier consultorio, salvo en casos que se requiera biopsia.