Se trata un joven de 23 años llamado Kim “Violet” Dong Hwan, originario de Corea del Sur, quien había ganado muchos torneos de este juego pero no había podido competir en los que desembolsan los más jugosos premios. La razón es que dichas competencis se realizan en Estados Unidos, y Kim no poseía visa para ingresar a ese país, hasta ahora.
Su representante, Andrew Tomlinson, declaró:
“Para Kim era cuestión de vida o muerte. Si no conseguía la visa se enlistaría al ejército de Corea”.
A Kim le habían negado la visa de estudiante para aprender inglés en tres ocasiones tan sólo en este año, lo que le provocó no participar en el Campeonato Mundial de StarCraft, una competición que otorgaba 1.6 millones de dólares en premios.
Tomlinson, quien ha trabajado con Kim desde 2011, fue el principal apoyo del joven coreano en su búsqueda por conseguir ser aceptado como un atleta. Para conseguir la visa iniciaron una serie de alegatos ante el Departamento de Inmigración que requirió siete meses de trabajo, un documento de más de 500 páginas donde explica su carrera como videojugador, el respaldo de varias figuras de la industria del entretenimiento digital y pagar más de 5,000 dólares en honorarios de abogados.
La recompensa a su esfuerzo fue que la solicitud de visa fue aprobada y ahora Kim es uno más de los selectos gamers que son considerados atletas profesionales por el gobierno de los Estados Unidos. Kim dijo que comenzó a llorar al saber que a partir de este mes le estaría permitido vivir, competir, e incluso ganar un sueldo jugando StarCraft 2 en territorio norteamericano, por lo menos durante los próximos cinco años.