La mujer austriaca fue arrestada después de denunciar que había sido violada el 1 de diciembre de 2013 en el aparcamiento de un hotel de Dubái. Le imputaron los cargos de consumo de alcohol y sexo extramatrimonial, que está prohibido en el emirato árabe. Los policías le dieron a entender que, según las normas de la sharia, la única manera de evitar la cárcel era casarse con su violador, que procede de Yemen.
Sin embargo, la ciudadana austriaca logró regresar a su país tras la gestión de un grupo diplomático especial austriaco enviado a Dubái, y también por una petición firmada por más de 272.000 simpatizantes en unos pocos días.
En los últimos años varias mujeres extranjeras han sido acusadas en los Emiratos Árabes Unidos de situaciones similares. En mayo pasado se reveló el caso de una joven australiana que pasó en la cárcel unos 8 meses por ser violada. En julio del mismo año un tribunal del país sentenció a un año y cuatro meses de cárcel a una ciudadana noruega por consumir alcohol y por adulterio tras ser violada, pero fue perdonada pocos días después.